20.10.10

Soñé.

Soñé y te vi radiante, como una diosa
de la pasión, reflejaba tú bello rostro
en un espejo tan brillante, como un
lucero en el firmamento.

Veo tú bello cuerpo moldeado, tan
suave como la seda, mi cuerpo se
estremece de emoción, donde
guardo en silencio toda tú
belleza en mi enamorado corazón.

De tú figura, de tú semblante facciones,
se dibujaba minuciosamente una hermosa
silueta, cautivaste sin querer mi dulce
corazón, sintiendo la sensación que en tus
sueños vivo permanente.

Así apareciste en mi bello sueño,
cuando desperté, sentí en mi mejilla,
la caricia de un beso sentido con amor.
¡Sólo era un bello sueño!

15.10.10

Apareciste y Desapareciste.

Apareciste en mi camino, como un lucero
del alba, iluminando la hermosura de tú
rostro, dejando reflejada tú belleza en mi
corazón enamorado.

De tus suaves manos, sentía esas caricias
envueltas en deseos, y de tus labios, besos
dulces como el almíbar del algodón,
sentidos con mucha ternura y pasión.

Desapareciste de nuevo de mi camino,
como una estrella fugaz en el firmamento,
solo me queda el silencio de tú ausencia,
y los suspiros cómplices de felicidad,
y del amor.

Aquellos dulces momentos a tú lado,
que invaden mi mente de recuerdos
y de pasión, que penetran en mi cuerpo
vacío, por un amor perdido en el tiempo
y que siempre llevaré esos preciosos
momentos en mi noble corazón.

10.10.10

Tras esa bella mirada:

Tras de esa bella mirada,
hay un mundo de sueños,
de recuerdos inolvidables
que no puedo olvidar de mi mente.

Mi vida depende de esos sueños,
y también de esos bonitos ojos verdes
que se clavaron en mi pecho con tú
bella mirada.

La noche me trae tú recuerdo,
la soledad apena mis sentimientos,
mi corazón se siente desolado y mis
ojos entristecidos por tú ausencia.

Con tan solo escuchar el susurro de
tus dulces palabras, me alegra
mi sentido de vivir, sintiendo un
escalofrío tan dentro y tan profundo
que no cabe en mi corazón enamorado.